Se trata de una criatura mítica que cambia de forma y que se disfraza astutamente de simple gallo de corral cuando está dentro de casa. Pero si sale al exterior, ¡pum! Un lagarto de fuego en llamas.
Si uno aparece inesperadamente dentro de tu casa, te quedas con él. Lo siento. Sé amable con él. Puede que te traiga buena suerte. Pero probablemente no. Los aitvaras tienden a tratar con el lado más sórdido de la fortuna.
Después de otra redada policial investigando la milagrosa aparición de bienes robados en tu garaje, puede que te resulte menos estresante vender la casa y mudarte muy lejos. Pero ten cuidado de que no te siga un dragón en llamas.
Género: masculino